Reiki

Reiki relaja, alivia y revitaliza el cuerpo.

• Dolores físicos → Alivia tensiones, molestias y bloqueos corporales.

• Fatiga o agotamiento → Recarga tu energía y renueva tu vitalidad.

• Problemas de sueño → Induce relajación profunda y mejora el descanso.

• Estrés y tensión muscular → Suelta el estrés acumulado sin necesidad de tocar.

• Síntomas psicosomáticos → Acompaña la raíz emocional del síntoma físico.

• Bajadas de defensas → Refuerza el sistema energético y tu capacidad de recuperación.

• Postoperatorios o tratamientos médicos → Acelera la recuperación y reduce efectos secundarios.

Reiki calma la mente y ordena el pensamiento.

• Ansiedad o pensamientos repetitivos → Detiene el ruido mental y trae claridad.

• Cansancio mental o saturación → Libera presión, permite descansar la cabeza.

• Falta de enfoque o concentración → Ayuda a centrarte y estar más presente.

• Confusión o indecisión → Conecta con tu intuición y tus verdaderas prioridades.

• Autoexigencia excesiva → Abre una mirada más amable hacia ti.

• Bloqueo creativo o mental → Restaura el flujo natural de la inspiración.

Reiki suaviza, sostiene y libera lo que duele.

• Cansancio emocional → Libera la carga acumulada, suavemente.

• Duelo, rupturas o pérdidas → Acompaña el proceso desde la ternura.

• Momentos de cambio o crisis → Te sostiene en medio de lo incierto.

• Falta de motivación o alegría → Reconecta con lo que te da vida.

• Heridas del pasado → No borra la historia, pero sana la memoria emocional.

• Inseguridad o baja autoestima → Fortalece el vínculo contigo mismo.

• Emociones difíciles sin explicación → Reiki actúa más allá de lo mental.

Esta sección hace referencia a la formación Reiki, es decir, a realizar los cursos. 

Reiki te conecta contigo y con tu camino.

• Conexión interior → Aprende a escucharte y acompañarte.

• Activación de la intuición → Desarrolla tu sensibilidad energética.

• Canalización de energía → Aprende a usar Reiki para ti y para otros.

• Autosanación consciente → Reiki se vuelve parte de tu día a día.

• Mayor sensibilidad energética → Percibes lo sutil con más claridad.

• Alineación con tu propósito → Reiki te acerca a lo que verdaderamente eres.

• Camino espiritual propio → Una práctica sencilla, sin dogmas, que transforma desde dentro.