En muchas tradiciones espirituales existe un gesto sencillo que se realiza al terminar una práctica: dedicar los méritos. Es una forma de decirle al universo —y también a los Dioses—:

“Que todo lo bueno que se haya generado con esta práctica sirva para el bien de todos los seres, o para el bienestar de una persona en concreto.”

Ambas formas son igual de correctas y beneficiosas. Cuando dedicamos los méritos a todos los seres, esa energía llega a quien más la necesite, del mismo modo que cuando donamos sangre: no sabemos a quién ayudará, pero sabemos que será útil.

Cada vez que realizamos prácticas luminosas —como meditar, dar Reiki, recitar un mantra o simplemente actuar desde el corazón— generamos una vibración de luz. Esa energía puede quedarse en nosotros, fortaleciendo nuestro propio crecimiento, o podemos ofrecerla. Y cuando lo hacemos, la práctica cambia de dimensión: deja de ser “mía” y pasa a formar parte del movimiento más grande de la vida.

Dedicar los méritos es un recordatorio de humildad. Nos ayuda a no apropiarnos del resultado, sino a entregarlo como un acto de servicio. Es, en el fondo, una manera de decir:

“Gracias por permitirme ser canal. Gracias por dejarme aportar mi pequeña luz.”


💠 Las deidades que me acompañan

En mi propio camino, suelo hacer esta dedicación conectando con las energías que me guían y protegen.
Cada una representa una fuerza viva, una cualidad de la conciencia que me ayuda a mantener el rumbo y el equilibrio.

🔥 Fudō Myō, la firmeza y el coraje interior.
Su fuego corta la confusión y me recuerda que, incluso en medio del caos, puedo mantenerme en el centro.

💙 Yakushi Nyorai, el Buda de la Medicina.
Su luz azul no solo sana el cuerpo, sino también la mente, el corazón y todo aquello que se quedó sin resolver dentro.

🌾 Daikokuten, la abundancia y la prosperidad bien entendidas.
Su energía me enseña que compartir, agradecer y disfrutar también forma parte del camino espiritual.

A través de ellos aprendo que la práctica no termina en mí, sino que continúa en la energía que se expande hacia los demás.


🔹 Cómo crear una conexión real

Crear un vínculo con una deidad no se trata de “creer” en ella, sino de sintonizar con su energía.
Como cualquier relación, se construye con tiempo, respeto y presencia.

En la práctica tradicional se dice que, para conectar de verdad con una deidad, hay que recitar su mantra al menos 10.000 veces

Cada recitación abre un canal más profundo. Al principio eres tú quien repite el mantra… Pero con el tiempo, es el mantra quien empieza a repetirse en ti.

Y en ese momento, ya no estás invocando a la deidad: te estás convirtiendo en ella. Su fuerza, su luz y su compasión comienzan a moverse desde dentro.

Como curiosidad:
Cuando una persona recibe la iniciación de una deidad o Buda, se dice que la conexión se establece de forma directa, sin necesidad de pasar por las 10.000 repeticiones. La energía del maestro actúa como un canal que despierta esa frecuencia en el discípulo. Aun así, incluso con la iniciación, mantener la práctica del mantra sigue siendo recomendable, ya que fortalece la relación y mantiene viva la vibración.


🌸 Dedicaciones personales de méritos

Hay momentos en los que sentimos que necesitamos un impulso extra de luz: una sanación profunda, una apertura de caminos o simplemente volver a sentirnos acompañados. En esos casos, puede realizarse una dedicación de méritos personalizada, dirigida a una persona concreta y canalizada a través de las deidades con las que trabajo habitualmente.

Intención según la deidad:

🔥 Fudō Myō — Para cortar bloqueos, limpiar energías densas o proteger a la persona en procesos de cambio.
Su fuego disuelve la confusión y otorga claridad y fortaleza.

💙 Yakushi Nyorai (Buda de la Medicina) — Para sanar a nivel físico, emocional o espiritual.
Su luz azul restablece el equilibrio y favorece la integración interior.

🌾 Daikokuten — Para atraer prosperidad, abundancia y estabilidad material.
Su vibración ayuda a abrir los caminos de la confianza y el merecimiento.

Cada sesión de dedicación de méritos dura aproximadamente una hora completa, y durante ese tiempo recito el mantra correspondiente en tu nombre, acompañando la práctica con meditación, ofrenda y canalización energética.

💠 Precio: 45 €
Incluye la práctica completa, la preparación del altar, la elección de la deidad y la dedicación energética personalizada.


🔹 Sobre la práctica

La cantidad de repeticiones depende del mantra y del ritmo de recitación.

Por ejemplo:

  • Si el mantra es corto (como el de Fudō Myō o Daikokuten), pueden recitarse unas 2.000 a 2.500 veces en una hora.

  • En el caso de mantras más largos (como el de Yakushi Nyorai o Fudō Myō), suelen realizarse unas 1.200 a 1.500 repeticiones por hora.

    De este modo, cada sesión equivale a varias vueltas completas de mala (rosario budista de 108 cuentas) y genera una vibración profunda, que continúa actuando días después.

🌿 Cierre y dedicación

Cada vez que dedico los méritos de una práctica —sea para mi, para todos los seres o para una persona concreta— lo hago desde el corazón, con la intención de que esa energía llegue justo donde más se necesite.

Si sientes que necesitas acompañamiento en este proceso, o deseas que realice una dedicación de méritos en tu nombre, puedes escribirme.

Estaré encantado de crear ese espacio contigo. 🌸


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Xavi GIner

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