🌞 Orígenes

Nací en Barcelona, una soleada mañana de junio, muy cerca de la festividad de San Juan. Desde pequeño mi mejor regalo de cumpleaños siempre fue el mismo: que terminara el colegio justo a la vez que llegaba mi día.

“Nací en Barcelona, una soleada mañana de junio, con el verano como mejor regalo de cumpleaños.”

Aquella coincidencia me enseñó que cada fin es también un comienzo, y que la vida es cíclica: se cierra, se renueva y se abre.

“Cada fin es también un comienzo: la vida se cierra, se renueva y se abre.”

🥋 Movimiento y disciplina

Mi infancia fue movimiento y juego. Fútbol, baloncesto, balonmano… más tarde llegaron las artes marciales, y con ellas el descubrimiento de que la verdadera fuerza está en la disciplina y en la humildad.

En 2014 entré en Genbukan, donde entrené durante casi diez años y llegué incluso a viajar a Japón. Allí crecí como practicante y como persona, y descubrí algo que me marcó profundamente: dar clases a niños.

Con ellos aprendí a mirar con ojos nuevos. Sus preguntas, su curiosidad y su energía me pedían presencia y entrega. Di lo mejor de mí, porque ellos me lo pedían con su inocencia, y traté de responderles cada día.

“Con los niños descubrí la inocencia y la fuerza de dar lo mejor de mí cada día.”

Esa etapa llegó a su fin cuando así lo sentí, pero sigue siendo uno de mis recuerdos más luminosos.

✨ El giro espiritual

El verdadero cambio de mi vida, sin embargo, llegó antes. A los 23 años, un problema de salud me obligó a detenerme y mirar hacia dentro. Fue entonces cuando apareció el Reiki.

Al inicio lo viví en su vertiente occidental, pero fue al descubrir el auténtico Reiki Japonés cuando sentí que mi alma se iluminaba. Desde entonces me acompaña.

Hoy, con la maestría en mis manos, sigo sin poder definir qué es el Reiki.

“El Reiki es un misterio que sigo explorando paso a paso.”

Para mí es algo que va mucho más allá de lo que podemos nombrar, y que me recuerda que el camino espiritual nunca termina.


🌍 Experiencias terrenales

Mientras todo esto sucedía, tampoco dejé de lado lo terrenal. Quise sumar experiencias que me enriquecieran desde otros lugares.

Pasé muchos años haciendo radio local en una emisora de Barcelona, viviendo la magia de las ondas y la diversión de crear en equipo. Estuve unos meses haciendo castells, sintiendo en primera persona esta tradición tan arraigada en la cultura catalana.

“Mientras aprendía lo espiritual, también viví lo terrenal.”

He caminado tres veces el Camino de Santiago. Cada vez fue distinta. Cada paso, un espejo; cada amanecer, una lección.

“El Camino me enseñó a andar ligero y a confiar en el siguiente paso.”

El Camino me enseñó que la vida es andar ligero, dejar atrás lo que no necesitas, abrirte a la hospitalidad del mundo y confiar en que siempre hay un siguiente paso, incluso cuando no ves el final.

Y entre tanto aprendizaje decidí también algo: que si esta era mi última encarnación en la Tierra —quizás— iba a disfrutarla primero.

“Si esta es mi última encarnación en la Tierra, he decidido disfrutarla.”

Quiero reír, viajar, aprender, compartir. Quiero vivir plenamente este cuerpo y esta vida, mientras sigo recordando que somos algo más grande que ambos.

🌌 Propósito y misión

Hoy mi propósito es claro: ayudarte a sanar aquello que ya no necesitas, para que saques la mejor versión de ti mismo.

“Mi propósito es ayudarte a sanar y a sacar tu mejor versión.”

Acompañarte para que crezcas y te acerques tanto como puedas a la iluminación. Y en el mejor de los casos, que llegues a ella.

Mi misión es ser un puente.
Un puente entre dos realidades.
Un puente en medio de la transición energética que atraviesa el planeta y la humanidad.
Un puente entre generaciones mayores y más jóvenes.

“Mi misión es ser un puente entre realidades, generaciones y vibraciones.”

Te ayudo a cruzar hacia esta nueva energía y vibración que tarde o temprano nos alcanzará a todos.

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